jueves, 22 de julio de 2010

José Antonio Baras


José Antonio Baras fue un militante y dirigente de las Juventudes Socialistas de Zaragoza fusilado en 1936, cuando sólo tenía 21 años.

A pesar de su temprana muerte, José Antonio tuvo tiempo de causar una honda impresión, sobre todo por lo precoz de su actividad como articulista: El 29 de junio de 1930, con 15 años, publicaba su primer artículo en el semanario socialista Vida Nueva. Bajo el título “Lo primero y más necesario[1]”, José Antonio se hace eco de una ley promulgada en Inglaterra por la que se eleva la edad reglamentaria de asistencia a la escuela en un año. A pesar de considerarla una medida acertada, dice que en España no podría llevarse a cabo ya que ni si quiera la ley vigente de enseñanza obligatoria hasta los 14 se cumple un nuestro país, debido a que los hijos de los obreros se ven en la obligación de ir a trabajar antes para poder “ayudar a subir el siempre ínfimo presupuesto de la casa”. Se hace eco de los problemas reales que por entonces acuciaban a la educación en España, como la falta de escuelas que, en ocasiones, retrasa la edad de escolarización hasta los 10 años.

Durante sus años de militancia, tuvo tiempo de escribir una veintena de artículos en Vida Nueva, además de formar parte de su Consejo desde 1932 y trabajar como tipógrafo en Heraldo de Aragón. Con todo, fue uno de los militantes más activos de las Juventudes en Aragón: forma parte de diversas Ejecutivas de la Juventud Socialista, es miembro del Comité Nacional de la Federación de Juventudes Socialistas, asiste a la Escuela de Verano de la Juventud de 1933, forma parte del Comité Revolucionario de Zaragoza durante la insurrección de 1934, es uno de los artífices de la unión con la juventud comunista (que dará lugar a la creación de la Juventud Socialista Unificada), etc. En definitiva, un torrente de vida que sólo con las pistolas pudieron secar.

Tras el Golpe de Estado de 18 de julio de 1936, consigue huir y refugiarse en casa de unos amigos, pero las fuerzas rebeldes hacen correr la voz de que si no aparece, fusilaran a su madre y a su hermana. Ante esta amenaza, José Antonio se entrega. Será fusilado el 19 de agosto de 1936. Sólo en ese mes, más de 230 jóvenes de entre 15 y 30 años fueron asesinados[2].

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La foto que adjuntamos pertenece a la exposición “Dirigentes de la Unión General de Trabajadores de Aragón. 1879-2009”, organizada por la UGT de Aragón y la Fundación Bernardo Aladrén. El texto de la foto es fruto de nuestras investigaciones y las de José Butera, que puesto en contacto con un pariente localizó hasta el lugar de enterramiento de José Antonio.